Fue un viaje hermoso, creo que como pocas veces me subí a un avión sin pensar en que ese sería mi último viaje que no regresaría, subí pensando en que no me dejaría tentar por la sensación inmensa de pasar por el medio de las nubes y quedarse allí para siempre...
En este maravilloso viaje a la Guajira, vi los atardeceres mas estremecedores de mi existencia, pase unos momentos de ensueño, no puedo describir la emoción de ver los flamencos rosados y de entrar en el santuario de Fauna y Flora, tampoco puedo dejar de admirarme con la belleza de desierto, con la imponente sequedad de sus tierras y la deslumbrante lucidez del mar entre ellas...
No me cabe la dicha de pensar en todo lo hermoso que esta por venir, por más terquedades y obstinaciones que tenga en este momento...
Soy momentaneamente feliz, pero perdurablemente emocionada