miércoles, 30 de julio de 2008

De mi apartamento... lejos de la que fue mi casa



El fin de semana camine por las calles de una hermoso barrio, que como dice la canción "de casas pequeñitas, por tus calles tranquilas corrió mi juventud", debo decir que en medio del asfalto extraño el calor de las cuatro de la tarde y la vista que tienen a su derecha cuando abría la puerta y miraba hacia allí...

Debo decir que también extraño mi lugar, ese que he compartido con muy, pero muy pocas personas, ese en el que me encantaba sentarme a pensar de vez en cuando y porque no, ver formas humanas en troncos, sentir correr la laguna aún después de desaparecer y pensar en el árbol perfecto para quedar colgada algún buen día.

Esta estadía en esta ciudad me ha llenado más de cosas, de tinta negra en los pulmones, de vino tinto, de ruido, de compañía, de amistad...

En mi apto, podemos estar mi hija, mis gatos, todos puras ficciones, pues mi hija ni habla y mis gatos no son mios aunque vivan al frente de mi ventana.



Cambiar de ambiente no ha sido difícil, no he sufrido profundamente por no tener el espacio que antes habitaba, ni por la caminata a las diez de la noche en medio del desespero, ni el ruido de los zancudos en mi cara, no ha sido difícil, lo realmente difícil sigue siendo mantenerme pues nada de esto ha sido suficiente para que logré creer que vivir tiene algún sentido.

martes, 29 de julio de 2008

De las españolas y su permanencia


Hace unos dos meses conocí una mujer española encantadora, inteligente, bonita e interesante, con Ella he compartido muy buenos momentos, me ha acolitado escapadas de situaciones un tanto incomodas para mí, me ha acompañado sutilmente en medio de lágrimas y demás secreciones que suelen aparecer con la tristeza.

Ella me recuerda otras buenas españolas que han venido a mi vida, dos de ellas madre e hija, que secundaron mi reencuentro con el mar, con la infidelidad, con el deseo... la española que actualmente ronda en mi vida, me dio el chance de conocer otras más, cuatro exactamente, que llenaron un fin de semana en esta bogotá en invierno de vitalidad, de ganas, de nuevas visiones y de aires, esas españolas ya casi se van, y me han mostrado algo que es tan importante y simple y que las feministas llaman sororidad, porque en ellas se percibe de manera palpable, y aunque ninguna sepa que significa, todas, sin exclusión, la practican.

Este fin de semana que viene, el viernes, las veré por última vez, seguramente nos acompañaran el alcohol y la música, pero su aparición en mi vida, me ha hecho pensar cuan joven puedo llegar a ser, y me han dado la sensación de estar aún muy lejos de lo que quiero para mí, lejos de ese mediterraneo, que también se robó lo mejor de una de mis amigas, ese mediterraneo que se llevo mi primer amor, ese mediterraneo de Serrat, ese mediterraneo que para mi solo es ficción.

Quiero decir con todo esto, sin que suene a una sesgo eurocéntrico que me gustan las mujeres españolas -aunque quienes me conocen dirían, las mujeres en general - pues estas siete con las que he cruzado mi camino, me llenan...

El viernes, tendré más recuerdos que contar, y además tendré otros lugares en donde como me lo han dicho hay una casa para mi, que Pamplona y Santander España, me esperen porque me daré una vuelta por allí algún día.

viernes, 25 de julio de 2008

En este viernes

En este viernes mis riñones avanzan en su benevolencia, haciendo que mi rabia por todas las preguntas cedan... despacio pero ceden.

A su vez, las cosas de lo cotidiano que suelen ser cada vez más mínimas y pesadas se encargan de desarrollar en mi la capacidad de asumirlas tal y como vengan (como lo he intentado siempre)

Este viernes - que casi no llega - también se llena de alegrías con lo mínimo, un correo, un mensaje en facebook, y muchas cosas más iluminan la oscuridad del invierno Bogotano.

En esta semana, de amanecer con un nudo, de circular con la tristeza, se inicia sublimemente con el amanecer erótico de una mujer, con la ausencia de otras, y con la necesidad de tener más tiempos y espacios para mí.

Esta anotación no busca otra cosa que seguir impulsando los deseos de escribir otra vez.

miércoles, 23 de julio de 2008

Amaneci con un nudo en ...

Amanecí con un nudo, no en la garganta, no en la cabeza, no en los sentimientos...

Amanecí con un nudo en todo mi cuerpo, que me llenaba de cabeza a pies, ese nudo entremezcla de manos, muñecas, brazos, antebrazos, piernas, tronco y demás, calentó la fría noche bogotana (que como lo había dicho, aún sigue en invierno)

Escribo porque quiero contar la resignificación de la palabra "NUDO", pues mi primer gozo en este amanecer fue desenredarme del nudo que formamos anoche al dormir juntas.

martes, 22 de julio de 2008

De Bogotá en Invierno

Muchas de mis amigas y amigos que han caminado, olfateado y visto el otro lado del charco en invierno, me cuentan como las caras de las personas se transforman en dicha estación, como muchas de ellas sufren profundamente las penas a toda hora y en todo momento, en palabras más castizas como están de jodidas.

Me parece por estos días, sino el ultimo mes, que Bogotá está en invierno, mis amigas más cercanas, tienen una tristeza profunda, en mi trabajo, en mi casa, en mi no casa, en mí, no hay otra atmosfera más presente que la depresión...

A que se debe este hermoso fenomeno, ¿acaso será la fuerte presencia del füller Uribe en nuestras vidas?, ¿acaso sera el mal de vereda, que hoy podría ser llamado, el mal de ciudad?, ¿acaso sera la desesperanza que se pasa de mejilla y mejilla en cada beso que nos damos?, o ¿acaso seremos nosotros y nosotras tercamente repitiendo las historias, reescribiendolas con otros nombres, o con los mismos, pero en lugares diferentes?

Realmente, debo decir que me preocupa este invierno, porque hasta las manos se me estan poniendo moradas de este frio.

Buenos Días Hermosa

Al amanecer, al lado de una mujer que ame profundamente, mis primeras palabras del día suelen ser estas...

Hoy he amanecido con una mujer que no creí hasta ahora que amara tanto...

No es nadie que no conozca, ni que no me conozca, no es nadie muy diferente a mí, decidi al sentirla enamorarme perdidamente de ella, reconocerla, vivirla y atraparla.

Hoy por primera vez en mi vida, al amanecer gris claro, me sentí, pronuncie esas palabras para mí y decidi que sería feliz

lunes, 21 de julio de 2008

Pensando en el amor

De mis breves pensamientos, esos que se me cruzan justo cuando el semáforo se pone en rojo y milagrosamente no he cruzado la calle....

De mis breves pensamientos, antes de que el auto pase y me arroje...

Hoy como todos los días he pensado en el amor, en esa cosa que se mueve en el "entresuelo" y el "espero curarme de ti en unos días", esa molusco enorme que se mantiene vivo a pesar de las inclementes señales de matarlo.

Ese amor que tengo por vos, y vos por ..., pero tambien ese amor que tengo por ella y ella por ..., o en ese otro que ya no tengo y que tuve, o en ese que ya no tendré.

Y los he pensado tanto, tanto, que el riñon me duele hasta el higado, y la bilis se alborota de tenerte tan cercana y distante.

He pensado que el amor existe, que se va y se queda, que me lo quedo y que lo botó, que no lo quiero, pero lo extraño...

Cómo lo he dicho, han sido breves pensamientos, por qué si pensará ¿de qué me enfermaría esta semana?

De mis riñones

Hace unos días - quizás 15 o más - empezó un dolor en mi espalda, de a pocos se fue creciendo y creciendo, esta semana el martes, reventó, quizás todo ha sido coincidencia, quizás, quizás...

Acudí a las medicinas tradicionales, las cuales como todo lo tradicional, resultaron innecesarias, insuficientes y estereotipadas...

Decidí entonces, impulsada por la sensación de no caminar, buscar la medicina bioenergetica, y con un montón de colorcitos sobre mis pechos y luego sobre mi espalda, extrañamente el dolor empezó a ceder y pude tomar camino otra vez.

La médica me ha dicho que tengo rabia, pero no la de los perros, rabia de verdad, de la humana, de esa que le hacen doler a uno los riñones hasta no poder caminar. Me he extrañado de su diagnostico yo creí que esta emoción como el odio no existian en mi vida.

Hoy me pregunto, ¿de cuantas rabias esta lleno mi riñon?...

Tendra alguna que ver contigo?

Entresuelo

Un vistaso a Jaime Sabina...

Del por qué del entresuelo.

ENTRESUELO

Un ropero, un espejo, una silla,
ninguna estrella, mi cuarto, una ventana,
la noche como siempre, y yo sin hambre,
con un chicle y un sueño, una esperanza.
Hay muchos hombres fuera, en todas partes,
y más allá la niebla, la mañana.
Hay árboles helados, tierra seca,
peces fijos idénticos al agua,
nidos durmiendo bajo tibias palomas.
Aquí, no hay mujer. Me falta.
Mi corazón desde hace días quiere hincarse
bajo alguna caricia, una palabra.
Es áspera la noche. Contra muros, la sombra
lenta como los muertos, se arrastra.
Esa mujer y yo estuvimos pegados con agua.
Su piel sobre mis huesos
y mis ojos dentro de su mirada.
Nos hemos muerto muchas veces
al pie del alba.
Recuerdo que recuerdo su nombre,
sus labios, su transparente falda.
Tiene los pechos dulces, y de un lugar
a otro de su cuerpo hay una gran distancia:
de pezón a pezón cien labios y una hora,
de pupila a pupila un corazón, dos lágrimas.
Yo la quiero hasta el fondo de todos los abismos,
hasta el último vuelo de la última ala,
cuando la carne toda no sea carne, ni el alma
sea alma.
Es preciso querer. Yo ya lo sé. La quiero.
¡Es tan dura, tan tibia, tan clara!
Esta noche me falta.
Sube un violín desde la calle hasta mi cama.
Ayer miré dos niños que ante un escaparate
de maniquíes desnudos se peinaban.
El silbato del tren me preocupó tres años,
hoy sé que es una máquina.
Ningún adiós mejor que el de todos los días
a cada cosa, en cada instante, alta
la sangre iluminada.

Desamparada sangre, noche blanda,
tabaco del insomnio, triste cama.

Yo me voy a otra parte.
Y me llevo mi mano, que tanto escribe y habla.