lunes, 12 de enero de 2009

Entre escafandra y mariposas

Esta semana tuve la oportunidad de ver esta maravillosa película, que me dejo provocada de leer el libro.

Sobre todo la imagen de aquel hombre en medio del mar y con esa fuerte escafandra, escafandra de pensamientos que muchos podemos tener...

Tuve muchas sensaciones desde cuando vi la película, hasta mucho después en el taxi de camino a casa, en el baño, en la piscina y hoy mismo escribiendo esto.

Quise dejar constancia de que la escafandra logro remover el concreto que tenia alguna parte de mi memoria, me recordó el miedo profundo  - diría terror - que me produce la enfermedad, el sufrimiento y el padecimiento de quienes nos quedamos tras vivir una experiencia de muerte lenta de quienes amamos.

La escafandra o esa escena tan bien plasmada de un cuerpo inmóvil bajo ella en medio del mar, es una sensación que he añorado tantas veces pero que ahora no me deja sino pensar, que es mejor sentir los mismo en una piscina durante dos horas.

Pero sin hablar carreta o ocultar mis múltiples sentimientos depresivos, no estaría mar meterse en una escafandra en el mar, si necesidad de pensar en salir.

Hoy quiero recordar mi miedo más profundo, y recordar por supuesto a esa persona que me enseño a descubrilo y que sin ella muchas  de las cosas lindas de la vida no hubiesen pasado por mi. Con mi recuerdo en su anterior existencia. Extrañandola.

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