Ya todo esta previsto, los buques suenan las sirenas, el atardecer cae, las pasajeras toman sus maletas.
En la noche anterior al viaje, se vislumbran los recuerdos de la infancia, se recorren las mismas calles en donde se soñó la titánica partida,
Ya todo es cuenta regresiva, los días empiezan a pasar más rápido, el mundo se hace cada vez mas corto, las fronteras más difusas.
Recuerdo los meses anteriores, como si estuviera ya allí, las lágrimas, los pelos de perra por todo lado, los domingos, lunes, martes y los jueves, luego los viernes, el amanecer del sábado... se me pierden siempre los miércoles, por que ahí es donde siempre estoy.
Hecho al hombro la maleta, revuelco los recuerdos, entrego uno y otra vez las cosas que no me pertenecen.
El buque me llama, lo desconocido me alcanza.
El lugar del que soy se pronuncia, como sirena encantada para que parta a descubrirle, sólo espero que ese rumor que es tan lejano quede al norte y no al sur; y que mientras subo la rampa, no este viajando en lado contrario.
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