A escasas horas de haber tenido la felicidad en diferentes lugares del cuerpo, en oídos, manos, y demás... me sigo preguntando como le hago frente al corazón, como lo paro, lo retengo para que deje de estar alborotado y loco por ahí...
Cómo paro, este dolor de estomago, estas nauseas, este mareo, esta angustia...
Siempre serán escasas, insuficientes, cortas las horas para la felicidad.
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