Llegado a la altura del Castillo de Santa Catalina, recuerde buenos momentos, riase de la raja, de la película tesis, luego en la playa de la caleta confunda palomas con gatos, personas con muertos, allí pare un instante, tome un sorbo de agua, levantesé los lentes y prometasé no volver a beber... por ese día...
Luego dirijasé con el mismo sol y la misma intensidad, por la Duque de Najera, vea hacia la Pijota y recuerde un buen trago de Moscatel Blanco de Xiclana, llegado a Campos del Sur, disfrute la lentitud del pensamiento, lo torpe del movimiento...
Camine en linea recta con sentido este, al llegar a las puertas de tierra descubra el secreto, no lo olvide, y ya en la Fernandez Ladera, baje a la playa, cuidadosamente, preferiblemente sentada, despojese de las botas, retire los calcetines, recojase la bota del pantalón y echese a andar, no olvide pensar en voz baja, pues a esa hora, en ese lugar, la cabeza parece que tuviese micrófonos...
Sienta la arena, colándose entre los dedos, esa arena fría que solo cabe allí, ahora, dirija la vista al mar, y disfrute el espectáculo de estrellas que se ven en él producto del Sol, quedese allí, sienta la brisa, el olor, el fresco, poco a poco dejese llevar por la estrellas que titilan en el agua, hundase, en sus pensamientos, pierdase, detenga el tiempo....
Si después de esto su resaca no esta curada, no tenga prisa, son cinco kilómetros de Playa, en donde cada lugar esta mas chulo que el otro.
4 comentarios:
vaya usted caminando por el asfalto
mire hacia abajo
no se engañe
no es Cádiz
es Berlín
es cierto... todo asfalto es Berlin¡¡¡¡¡
Definitivamente es mejor esa cura que comprarse una sprite y estar tirado como una morsa todo el día consultando a Dios, Alá, Buda, etc... porque uno es tan boludo como para (por centésima vez) emborracharse tanto y después estar tan roto jeje
La razón para que uno/a siga siendo tan boluda es simple, nos puede el vicio... el vicio de estar juntos/as
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