domingo, 4 de abril de 2010

El día que nade en el Mar de Cádiz

Hoy debo escribir para recordar la fuerza del sol en mi carne, mis pies desnudos tocando la arena, el viento revoloteando con mi cabello, el horizonte diciendo ven a mi alcance¡¡¡...

También escribir para retratar la tarde y la sensación del agua, juntas indescriptibles...

Cuando camine hacia el Mar y me fui internando en él, de a pocos, no sentí esos hoyos no percibidos que me hacían caer antes, tampoco fueron adversos sus movimientos ni sus oleajes, el mar me recibió así sin más, como diciéndome "5 meses esperándote", ya adentro con él, jugamos un rato me dejo sumergirme en su profundidad, de vez en vez cuando iba muy profundo, suavemente me levanta, diciéndome "aún no es el tiempo"...

Siempre a mi lado, en esta mi primera inmersión en el Mar de Cádiz, la buena energía de esa mujer, la que me ha levantado de este lado de la tierra varias veces, a la quien aprecio infinitamente y a la que cada vez siento mas cerca.

Escribir no sólo para recordar mi inmersión sino también para poner estas letras a su nombre y la enorme admiración, cariño y amor que tengo a su existencia tan humana, cálida y fraterna.

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