Suele ser difícil aceptar ciertas cosas, por ejemplo la indolencia de los gobernantes, la existencia de la inútil guerra, el exterminio de ciertos grupos de poblaciones... en fin.
A mi me costo mucho trabajo asumir una realidad que seguro es mas que evidente para quienes siguen este blog, pero era muy difícil ponerla frente a mi y que dejara de ser un recuerdo o el recuerdo de un recuerdo para tomarla como una realidad.
Por qué es tan difícil, es sencillo desde el primer momento supe lo que ahora se también y es la imposibilidad actual de que las cosas vayan diferentes, quizás necesité cuatro meses para entender que aún con todo esto, mis sensaciones, sentimientos, deseos y emociones están allí y no quiero retirarlos de ese lugar-persona.
En fin, lo más valioso de este momento, es reconocerme enamorada otra vez, como hace mucho no me pasaba, enamorada desde el hígado, desde las viceras, un amor que quizás por irrealizable, por lo menos ahora, ha sido cada vez más fuerte, puedo ser sincera y decir, que esta vez el amor me ha llegado con la madurez de los 28, tranquilo, sosegado, caminando por la playa, o viajando en un tren viendo la caída del sol...
Así pues este amor no me deja desventurada, perdida o agotada, se une más bien con la sensación de estar viva, y de creer en las cosas posibles pero también en las imposibles...
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